EL PESCADOR DE ÁNFORAS: PECIOS

COLOFÓN

Busca el soneto el ánfora perfecta
y el ánfora el soneto perseguido.
Verdad, beldad, bondad su contenido.
Y el continente euritmia predilecta.

El paradigma de la unión dilecta
en el estro y la forma se ha cumplido.
Dé pauta fiel al arte desmedido
con la sapiencia de la edad provecta.

Si eché al azar las redes milagrosas,
he aquí sonetos, ánforas preciosas,
preciosas por preciada la aventura.

Armadores sin par me dieron barca.
Y hoy les ofrendo, aunque mi lira es parca,
dones del mar de la literatura.

MARGARITA

A su sola presencia huyen las cuitas
si aparece de súbito en la estancia,
inundándola toda de fragancia
la margarita de las margaritas.

Su gracia las tornó más exquisitas.
Las ordena con íntima elegancia.
Se aleja. Y nos sonríe a la distancia,
donándonos en una tres visitas.

Su triple nombre poblará la ausencia:
isla, mujer y flor de suave esencia.
Luz de cénit, crepúsculo y aurora.

En la noche augural, estrella y luna.
Mágica concreción de la fortuna.
Perla balear de iridia madrepora.

Pedro Rivero (1954). El pescador de ánforas. Madrid: Edime.

EL PESCADOR DE ÁNFORAS

lunes, 17 de junio de 2013

PECIOS

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